Nosotros deseamos que disfrutemos de la vida, y el entretenimiento puede contribuir a eso. De hecho, la dicen que “no hay nada mejor para el hombre que comer, beber y disfrutar de su duro trabajo”.
Ahora bien, gran parte del entretenimiento que el mundo ofrece es perjudicial, pues corrompe los valores morales y empuja a la gente a aceptar o incluso amar cosas que la Palabra te condena.
Por lo general, comer con alguien es una señal de amistad.
Escoger entretenimiento que fomenta la violencia, el ocultismo, la inmoralidad u otros deseos y actitudes carnales es lo mismo que sentarnos a comer con los enemigos y tomar lo que ellos han preparado. Si lo hacemos, nos perjudicamos a nosotros mismos y dañamos nuestra amistad.