MADURO FLOTA EN EL VACIO

Maduro flota en el vacío, el mismo se ha cavado su tumba y solo lo salvaría que nunca se celebrasen elecciones en Venezuela, cosa que mucha gente teme porque según se ensombrece el horizonte, según las encuestas indican que cae y cae y cae la popularidad del esposo de Cilia Flores, suena increíble celebrar elecciones. Pero un Maduro que fuera un dictador abiertamente no se mantendrá en el poder. Como lo hemos repetido, Maduro no es Chávez.

¿Se atreverá Maduro a decir publicamente adiós a las elecciones?

Formalmente no, pero en los hechos esa es su única oportunidad, quedarse en Miraflores mientras el cuerpo aguante, porque le da la gana, porque él es hijo de Chávez, o porque se lo mandó Cilia.

Es una curiosa situación la que vive el país. Nadie supone que esto se prolongará indefinidamente, pero tampoco nadie sabe cómo terminará. Más bien se espera cualquier día una sorpresa, porque aun dentro del mismo ejército no hay chavistas, desaparecieron en el mundo.

Todavía  Maduro no le ha dicho adiós abiertamente a las elecciones, lo que muestra su debilidad, prefiere mantener una posición ambiguas y por esa indefinición no sería imposible que terminara celebrando algunas por la presión que ejerce la opinión pública y el ejército.

A esto añádase que Maduro es un hombre que nunca aprendió a tomar decisiones, incapaz de gobernar. Esta combinación anuncia conflictos que solo se atenúan por la posibilidad de las elecciones.

¿Aceptará Maduro la derrota electoral que se dibuja en el horizonte?  De ser así su función como líder chavista sería enterrar al chavismo.

A Maduro le conviene vigilar a los que lo rodean, no a la oposición. Son los propios chavistas quienes ven su futuro comprometido y sienten la tentación de ganar tiempo sacándolo de Miraflores, dar un golpe de estado a favor supuestamente de la democracia y convocar unas futuras elecciones que probablemente tardarían dos años en celebrarse.